Cuando decides aprender español por tu cuenta, una de las cosas más importantes no es solo “saber palabras”, sino usarlas de verdad. Escuchar, hablar, escribir. En resumen, la práctica es el 70 % del éxito. Yo lo viví y al principio daba miedo. Pensaba: ¿cómo voy a hablar en un idioma que empecé ayer? Pero no es tan grave. Empezamos con la comprensión auditiva. Esta habilidad se desarrolla lentamente pero con constancia. Las primeras semanas todo suena a “bla bla bla”. Pero lo principal es no rendirse. Yo empecé con pódcasts fáciles en español: Coffee Break Spanish, Duolingo Spanish Podcast — perfectos para principiantes. Los escuchaba en el transporte, caminando, incluso cocinando. Al principio no entendía nada, pero poco a poco empezaba a reconocer palabras. Eso es practicar la escucha — cuando simplemente te empapas del idioma. Luego pasé a videos. El canal Easy Spanish — top. Conversaciones reales en la calle, con subtítulos. Ayuda mucho, sobre todo al empezar a notar dónde acaba una palabra y empieza otra. Si quieres algo más serio — mira TED en español con subtítulos. Ahora — hablar. Lo que más miedo da. En plan, ¿cómo hablo si ni siquiera sé pronunciar bien? Aquí va el secreto: habla como puedas. Aunque te equivoques. Yo empecé repitiendo frases de los videos. Luego describía lo que veía. “La mesa es blanca”, “Tengo un gato” — muy básico, pero practicas la pronunciación. Me grababa con el móvil. Luego escuchaba, me reía y trataba de hablar mejor. Funciona de verdad. Y lo principal — no tengas vergüenza. Con los compañeros de idioma (en Tandem, Speaky) les decía directamente: “Perdona, estoy aprendiendo, puedo equivocarme.” Todos lo entendían. Ahí trabajas vocabulario también — aprendes a buscar palabras para expresar ideas, aunque sea con frases simples. Ahora — escribir. Muchos lo ignoran, pero es un error. Escribir ayuda a fijar vocabulario y gramática. Yo tenía un diario. Cada noche escribía unas frases — qué hice, qué comí, cómo me sentí. A veces — historias cortas. Luego las mandaba a nativos para que me corrigieran. O subía el texto a LangCorrect — plataforma muy buena. Lo importante no es solo escribir palabras, sino usarlas en contexto. Por ejemplo, si aprendiste “viajar” — no solo lo anotes, haz 2–3 frases: “Quiero viajar a México”, “Me gusta viajar en verano”. Así practicas gramática y vocabulario a la vez. Y otra cosa: no temas equivocarte. Yo escribí mil veces “soy cansado” en vez de “estoy cansado”, pero cada vez que alguien me corregía, se me quedaba para siempre. En resumen, los métodos realmente efectivos para aprender español no son memorizar reglas, sino practicar. Escucha lo que te interesa, habla hasta con el espejo, escribe sobre lo que te importa. Así el español no será algo ajeno — será tuyo.